Hogar (Villarrubia de los Ojos)

Sopla suave la brisa
que me lleva de vuelta.
Hacia aquel lugar.

Tú, que te escondes del norte,
y reinas con tus ojos el sur.
Tú, que eres villa
y te tiñes de rubia cada amanecer.
Tú, que pintaste con sudor
la tierra que te rodea.
Tú, que permites ver la luz de La Mancha
en la noche más oscura.

Pudimos reír juntos
y llorar a tu abrigo.
Descubriste el primer amor
y dejaste soñar más allá de tus brazos.
Origen de este viaje,
destino, cualquier rincón del mundo.

Asalto a la memoria
recorriendo tus calles.
Río de recuerdos
que no derrotó el tiempo.
Escribiste el guión de muchas vidas
hasta su último aliento.

Tú, que escondes el atardecer
antes de caer la luna.
Tú, que te dejas escuchar
a través de la ventana una noche de verano.
Tú, que vistes de niebla la tristeza
al separarte de tu morenita.
Tú, que eres vida
y testigo de ecos del pasado.

Ese lugar.
Villarrubia de los Ojos,
mi pueblo,
mi hogar.

Palabras fugaces

Aquellas palabras
que se llevó el viento,
olvidadas ya por el tiempo.
Frases mudas de un recuerdo
que cicatriza incompleto.
Tatuaje en la memoria
del que te arrepientes.
Pasó el momento,
en una vida sin retorno.
Pasó el momento,
de un sentimiento
ahora impreso en tu piel.
Gritos en una noche acabada
de la que ya despertaste.
La derrota de un sueño
que intentaba rellenar huecos vacíos.

Aquellas palabras
fruto de un instante,
que perdieron su significado.
Opinión temporal
camuflada de sinceridad.
Falsa sensación de seguridad
derrotada por la madurez.
Arrogancia de un sentimiento
incapaz de escapar de su sombra.
Ser la suma de cada momento,
renacer en cenizas de segundos muertos.
El alma no es más eterna
que la intención de tus palabras.
Lluvia de arena descontrolada
en el reloj de tu vida.
Renaces y sigues soplando.

¿Por qué escribir este poema?
Es una percepción de la realidad actual. Casi todo es fugaz incluido las palabras, opiniones y sentimientos que dependen en gran medida del momento. Incluso parar, respirar hondo y contar hasta diez nos hace cambiar. No dejamos de ser un reflejo de todo lo vivido que nos cambia dependiendo del cuanto. Una foto no nos define el resto de nuestra vida.

 

Bailemos

Duerme la noche.
Abrazo mi mundo
sin parar de girar.
A la sombra de los sueños
que buscan hacerse realidad.
Al ritmo de la música
que nos hace bailar.

Despierta el día.
Caminas bajo la luz
que te guía a tu destino.
Avanzas con el tiempo
ignorante de su caducidad.
Apagas la luz
y sigues bailando.

Mantienes el ritmo.
Viajas al horizonte
para tocar el cielo con tus manos,
inalcanzable se escapa
en cada parpadeo.
Vives el momento
mientras suena tú canción.

Sueño de verano

No hay nada que pensar,
ya todo está escrito.
Verte por primera vez
cuando solo es un día más.
Vuelco de un corazón
que aprendió a amar.

Las estrellas se posan en la ventana
una noche sin brisa,
acariciando el tiempo
que escapa sin mirar atrás,
dando caza al destino
que trajo la felicidad.

Se dibujan sonrisas una tarde de lluvia,
ilustran momentos recuerdos olvidados,
describen sentimientos suspiros mudos,
pintan atardeceres besos sin aviso,
rellenan libros historias de dos,
tatúan almas palabras de amor.

Crece lo compartido,
completas huecos vacíos
que caerían en el olvido.
Sueños una noche de verano
que impiden despertar
cuando ya estás despierto.

Amanece el futuro
que no necesita esperar.
Hoy es mañana
y sigues aquí.
Hoy eres tú
y esto aún no termina.

Admirador secreto

Soñé que era encargado del cielo
y en la oscura noche lo llené de velas,
que iluminaran los sueños,
que se llamaran estrellas.

Cambiando las llamas extintas
cayó la que más brillaba.
Bajé al suelo para buscarla
pero despertaba.

Te conocí.
Encontré la estrella que perdí
en el techo de mi sueño.
Encontré la vela que cayó
y eclipsó mi cielo.

El horizonte quedó desnudo
y la luna celosa se escondió.
Sopló el viento y trajo las olas,
un tsunami inundó mi corazón.

Una caricia del destino
soplando amor en la brisa.
El guiño de una estrella
que bajó como un ángel
para iluminar con su sonrisa.

Tú mirada me hipnotiza.
Con ella viajo al fin del mundo
y me pierdo en el silencio.
Siento no escucharte y decirte “¿qué?”,
soñaba despierto con decirte lo que pienso.

Tú belleza inspira cada letra
que da forma a esta declaración,
pero no la encontré,
la palabra que la describiría,
solo silencio, felicidad
y el dibujo de una sonrisa.

Declaraste la guerra a mi corazón
y perdí todas las batallas,
pero como un mal perdedor
me escondí tras la bandera blanca.
Mi rendición terminó
diciéndote lo siento,
por no haberte dicho lo que pienso
y dejar que pasara el tiempo.
Encontrar las palabras fue fácil,
pero al gritarlas me las robó el viento.
Acabaron siendo escritas
por las manos de un derrotado,
a modo de disculpa
por haberme enamorado.

Eres preciosa,
cuando tu pelo acaricia
la pausa del tiempo,
cuando tu fragancia sopla
empujando al viento,
cuando tus labios
besan mi piel dormida,
cuando tus ojos me miran
y me pierdo,
y me atrinchera tu sonrisa,
cuando me hablas de todo
y todo es poco,
cuando tu voz hace
la banda sonora de mí película,
cuando me rozas en ternura
y mi alma escapa,
porque no resiste ni aguanta
estar tan cerca de quién ama.

En este poema sin firma,
confesarte lo que siento
es lo mejor que puedo darte,
la fotografía de un sentimiento.

No me busques
o me encontrarás
y entonces sabrás,
que lo sabes y no te miento,
que yo soy tu admirador secreto.

Amor roto

Fuiste la okupa de mi corazón,
un allanamiento y era tuyo.
Cambiaste la cerradura
para quedarte pero te marchaste
con la llave y tras robarme la sonrisa.
Yo solo maldije con palabras
la huida de tus pasos en el silencio.

Nadie puede entrar,
abandonado y oscuro,
perdido en la humedad,
esperando ser derribado por el viento
que arrastra tus palabras cortantes.
Yo solo miré al horizonte
y apareció la luna con la noche.

Idiota,
te fuiste sin decir adiós
y esperabas que así te olvidara.
Cobarde,
se lo dejaste todo al tiempo
y este te traicionó.
Yo solo miré al cielo
y descubrí el infierno.

Dejó de girar el mundo,
los árboles lloraron hojas,
el cielo era gris, era negro,
y no dejaba de llover
pero el fuego seguía creciendo.
Se quemó el tiempo,
me salvé yo.
Solo quise bañarme en el agua
que se tornó en llamas.

Quise admitir una derrota
ante lo que fue una victoria,
sonó un crujido
y trozos aparecieron esparcidos,
aún seguía latiendo
pero no tenía su pegamento,
no tenía tú sonrisa,
le faltaban tus besos.
Yo solo era el espectador
de una película sin final.

Yo solo…

(Soy) Poema

He viajado al fin del mundo,
me pierdo cuando llego y caigo.
Un mundo plano de borde blanco
donde al final vuelvo al principio.

Carretera solitaria de valientes,
sentido único sin retorno,
camino solo sin mirar atrás
esperando llegar al horizonte.

Palabras sin sentido ordenadas,
una mano de sentimientos invisibles
escribe con lágrimas de tinta una sonrisa,
el sol se pone y amanece otra línea.

Duermo y empiezo a soñar,
un mundo diferente me abre los ojos.
Un encuentro con la voz que guía mis pasos,
despierto cayendo en el final.

Nos sentamos juntos y hablamos,
nacen palabras en bocas mudas
escuchadas por mis manos,
se visten trozos de papel desnudos.

Una mirada al pasado de recuerdos
con sentimientos que vuelven nuevos
mientras la vida sigue avanzando.
El amor de un corazón que sigue latiendo.

Sigo viajando pero solo caigo.
La ironía del destino me empuja
al fondo de un pozo vacío
donde la luz señala la salida.

Grabo pensamientos eternos
sin dudas o remordimientos,
pues es lo que siento y pienso
aun cuando no me reconozco en el verso.

Mi corazón late a cada momento
que escriben mis sentimientos.
Palabras que rellenan el tiempo
de letras que juraron amarse.

Soy el poema que cobra vida
de un alma desnuda que vence al destino
cuando atrapa el horizonte entre sus manos.
Soy el poema de un amor eterno.

Luz en la oscuridad

Hubo un pensamiento y se escapó,
cobró vida y ahora te persigue.
Quiere recordarte porque lo olvidaste
pero no puedes escucharle.

Lo abandonaste en el olvido
pero hizo de él un agujero oscuro,
donde los recuerdos son arrastrados
por sentimientos perdidos.

Ya no hay luz,
pues eres tinieblas,
ya no hay luz,
pues eres la sombra
que camina tras el recuerdo.

Te sientes observado pero eres ciego,
olvidas lo olvidado para volver a recordar.
Preso tras el eclipse de tu memoria
que encadena tus pasos tras lo que fue.

Juegas a las cartas con tu vida,
tus amigos de partida son odio, rencor e ira,
vas perdiendo y no entiendes por qué.
Oyes un portazo,
se ha ido.
Era alegría.

La botella ya no sabe igual
y el humo tan solo se lo lleva el viento.
Yaces tumbado en hierba de verano
esperando que nieve,
pero solo llueve.

Llega la noche y las estrellas te iluminan.
Hoy la Luna también duerme.
Se sienta a tu lado y acaricia,
sin decir nada te entiende.
Habla y despiertas.

Hubo un pensamiento y volvió
para decirte quién eres,
recordarte que pensaste,
“sigue adelante y estaré contigo,
se la luz que guíe tu camino”.

Sigues perdiendo a las cartas,
a sonrisa y alegría no les gusta perder,
memoria se ha ido a dormir,
oyes la puerta.
Destino acaba de llegar.

Adiós (Hasta luego)

El tiempo me enseñó
que no haberte dicho lo que siento
me llenaría de resentimiento.
Un arrepentimiento perpetuo
al no revelar unos sentimientos,
que yacen bajo llave
en un cofre roto.

Creer que todo está olvidado
y volverte a ver.
Estallar en mi pecho
quedando todo al descubierto.
Mentira que del tiempo hizo engaño,
ignorancia de lo que es verdad.
Romper un lazo del pasado,
abandonar una parte de tu alma.

Miradas que cruzan en el aire,
chocan y siguen un camino
perdido sin dirección,
buscando huir,
escapando de la verdad
aparentando la mentira,
persiguiendo nada,
jugando al escondite.

El corazón no tiene voz,
no le quiero entender,
no me esfuerzo por hacerlo,
ya no tiene razón pienso.
Me dejé guiar por él
y el destino me traicionó.
Fue el tiempo,
fui yo.

Una relación.
Un largo pasillo lleno de puertas
abiertas y por abrir.
Paso decidido,
consigo la llave de casi todas
y me olvido de volver a ellas,
dejo que se cierren,
que cambien de cerradura.
Abandono por la puerta de salida,
no miro atrás.

Olvido lo inolvidable…
recuerdo todo,
la maldición de decir adiós
cuando pensabas en un hasta luego.

Libertad

Batir de alas enjauladas
en un vuelo sin destino.
Sentir el aire acariciando un deseo,
un sueño sin grilletes invisibles,
sin miedo a seguir preso.

Mudos caen puentes
con ruido en el silencio.
Niebla de palabras
que iluminan la ignorancia.
Gritos unidos en un mundo desigual.

Muros construidos
con mentiras caerán,
en un fuego de cuyas cenizas
la verdad renacerá.
Manos unidas contra la represión
de quienes practican la agresión.

La gente es pueblo
y pueblo un país.
El poder es de todos,
no de unos pocos.
El poder es el pueblo.

Gritan libertad
y el miedo aparece,
gritan igualdad
y el temor les oscurece.
Quieren someter
la voluntad del más fuerte.

Gente unida en la calle
reclama al cielo mientras llueve,
hacer desaparecer sus grilletes
y poder volar, tener libertad,
crear un mundo nuevo.

El engaño conduce al odio
cuando se practica a diario.
El amor une contra todo
y todo es nada para el pueblo,
el pueblo unido hará temblar el suelo.

Caen banderas e himnos,
símbolos de límites.
Todos somos iguales
abrazados en la herencia
de un planeta que muere por nosotros.

Su sacrificio no será en vano.